Hacía tiempo que la mirábamos al entrar y veíamos que estorbaba. Para subir al coro es evidente que hace falta escalera pero sabios consejos de algunos vecinos que participaron en obras anteriores nos dijeron que la escalera que ellos recordaban subía originalmente por otro lugar, más concretamente arrancaba a la izquierda de la entrada. Ahí es donde decidimos que era la mejor ubicación. Solo había que tirar la escalera existente que no era precisamente prefabricada ni débil. A base de radial acabamos doblegándola. Dura, muy dura.
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